domingo, 15 de diciembre de 2013

Hermosísima mañana de domingo. El sol dominando.La belleza recibiendo sus caricias...Plaza de España, nunca tan impresionante como hoy. Te admiro y doy gracias a Dios porque permite que existas. Tu frialdad aparente de cerámica esquiva se deja envolver en un abrazo eterno de ladrillo amable y cálido. Te enamoraste, yo lo sé, se te nota en la luz de tu mirada. Te enamoraste de este sol que realza tus colores y te dejas besar por el. Mientras, sabiéndote hermosa miras de frente a quienes te admiramos. Amable siempre, porque él saca lo mejor de ti.




Después de una semana agotadora es imprescindible tomarse un respiro. Pasear sin prisas por la Plaza de España y el Parque de María Luisa y a la vuelta disfrutar de las cosas hermosas que tiene Sevilla. 
La antigua tabacalera, dónde estudié para aprender a escribir.



Mas adelante el precioso Hotel Alfonso XIII


El Alcázar, con sus luces y sus sombras.


La catedral se deja ver.



Y ya en casa ¡Vivir en plena judería a dos pasos del barrio de Santa Cruz es un verdadero placer!



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