viernes, 21 de marzo de 2014

¡NO ME ROBES LA ENERGÍA, POR FAVOR QUE ESTÁ MUY CARA!



También podemos decir aquella preciosa frase de :
"No llores por no poder ver el sol, pues las lágrimas no te dejarán ver las estrellas"
Pero es lo mismo ¡ Deja de llorar, por favor! Llorar es un desahogo necesario, pero cuando se convierte en un hábito, te ahogas en él.

Cada vez que recreas una pena, te vuelve a doler. Y muchas veces no nos damos cuenta de que parecemos "el pupas" y nadie quiere estar mucho rato con nosotros, porque le robamos la energía.

Con las penas hay que organizarse. Un ratito al día de lamentos, siempre con personas que te quieran, con buenos amigos, si ves que es necesario y después ¡A otra cosa mariposa! Cuando te habitúes a actuar así, verás cómo personas estupendas y situaciones que te van a gustar, van a ir entrando de nuevo en tu vida. Pero si te pasas el día contando desgracias...la gente huye y los buenos planes no llegan.

Hay quien además de contar sus penas cuenta las de todo el mundo y sus expectativas son siempre pesimistas para el día a día y para el futuro. A esa gente se les llama de toda la vida "cenizos" y han debido pasárselo en grande con estos tiempos difíciles que hemos pasado. Y os aseguro que no serán ellos quienes nos ayudarán a salir del atolladero. Si tienen trabajo se quejan de él; si no lo tienen lloran porque están en el paro. Si se van de viaje protestan por el avión, la habitación del hotel, la cama que es dura, la almohada que es incómoda...Si le haces un regalo, nunca aciertas. ¡En fin! ¡Insoportables!

Lo dicho, las tristezas, aunque sean muy gordas, hay que administrarlas bien en el tiempo. Hay que sacar huecos de luz cada día para ir recuperándonos. Y otra cosa importantísima, por favor no lloremos por cosas ni por personas que no merezcan la pena
¡Por esas ni un minuto!




viernes, 14 de marzo de 2014

LA PLAYA DE MADRID



Cuando era pequeña yo quería ir a la playa de Madrid. Mis hermanos, mayores, me tomaban el pelo y yo no sabía por qué. A mis padres de vez en cuando les encantaba escaparse a Madrid al teatro, de compras, a conectar con otro ambiente...y yo en mi mente, asimilada ese gusto con el placer del mar.
Está claro que yo no veraneaba en la costa y poco sabía de ella. El campo, una piscina de agua helada cristalina, coger y partir piñones...esas eran mis vacaciones estivales. De lo demás me llegaban campanas que yo recreaba como me venía en gana. El mundo que no conocía, que era casi todo, fue durante mucho tiempo, algo que yo me inventé.

Así nos puede seguir ocurriendo si, a pesar de hacernos mayores y tener tantos medios para viajar, preferimos quedarnos aquí, en casa, rodeados de lo cercano, de lo conocido, de aquello que dominamos y del ambiente en el que nos sentimos reyes. Eso sí, claramente cabezas de ratón.

Siempre oí decir a mi madre que ella prefería ser cola de león y yo me la imaginaba colgada del rabo del gigante felino y no entendía que viera placer en ello. Ahora, claramente, me apunto al carro. Mientras más viajo, más disfruto y adquiero mas conciencia de lo que me queda por conocer.

Quien viaja poco, poco conoce de la diversidad de culturas y pensamientos. De la cantidad de bellezas distintas que existen. De las ciudades hermosísimas que pueblan el mundo, de sus costumbres, de su gastronomía .

Cuando conozco a una persona me encanta hablar con ella de otros lugares. Me apasiona que me cuente sobre aquel sitio que yo nunca visité o compartir con ella impresiones sobre viajes comunes. Me parece que si ha viajado, será rica en experiencias y podré aprender de ella cosas nuevas. Me encanta que me hable de aromas, de aire, de colores, de luces, de sabores...Suelo escuchar embobada imaginando cómo y cuando emprenderé una nueva aventura.

Pero a veces lo que encuentro son personas pagadas de sí mismas, que se sienten encantadas de conocerse y que creen que tienen lo mejor, que conocen lo mejor y no desean saber nada más. A esas personas les basta con conocer su ciudad y no se dan cuenta de que si la comparasen con otras puede incluso parecerles más hermosa. Les basta con conocer a personas que piensan como ellas, porque con ese tipo de personas se sienten cómodos. No se dan cuenta de lo que se pierden. De que cuando de verdad se aprende a valorar es cuando se tienen muchos puntos de referencia. Y quizás, quizás, al final lleguen a la conclusión de que quienes más les gustan son sus allegados...pero a lo mejor no.

Cuando sales y vuelves...todo se ve distinto. A veces cuesta adaptarte a tu anterior tipo de vida, a tus anteriores amigos...Algunas personas regresan con aire altivo,despreciando el provincianismo de su lugar de origen.Pero si de verdad has aprendido algo de tu aventura, volverás a disfrutar con esas personas que dejaste atrás y simplemente las considerarás  diferentes y por lo tanto también interesantes.

Viajar siempre será bueno para ti, te dará una visión del mundo mucho más real.Y no caerás en el error de ir a Madrid, con la maleta llena de bañadores, pareos, chanclas y cremita. 


 

 


domingo, 2 de marzo de 2014

¡SACA LOS PIES DEL TIESTO QUE NO PASA NÁ!




A veces nos miramos al espejo y decimos: ¡Hola! Me suena tu cara. Nos pasamos días y días como borregos, sin tomar decisiones por nosotros mismos. Nos vestimos como todos, opinamos como todos, vamos a los sitios que van todos...Nos sentimos tan identificados con el grupo de gente que nos rodea que olvidamos hasta que nos conocemos.
Así acabamos aburriéndonos muchísimo y aburrirse viene de burro.Las actividades y las personas pierden aliciente cuando no sorprenden. La originalidad es un más y se nos olvida.Cuando pasas varios días con grupos de clones pides que venga superman a rescatarte.Al menos él vuela.

No puedo soportar horas y horas de conversaciones llenas de lugares comunes que no llevan a nada. Me gusta aquella persona que opinó distinto haciendo sonar alarmas de quienes no desean que nadie les enturbie el agua cargada de cloro de su cuidada piscina. Pues sí, cuando se tiró en plancha e hizo rebosar ese agua inmaculada, provocó comentarios, enfados,risas, chistes y otros siguieron su ejemplo y  esa soporífera reunión, se volvió divertida.

Las diferencias de opinión enriquecen y provocan que pensemos.Y pensar a veces da dolor de cabeza pero con una aspirina se soluciona y con la la cabeza llena se disfruta muchísimo más de la vida.

Todos conocemos personajes que un día decidieron pensar por si mismos y algunos lograron cosas maravillosas.


Estoy seguro de que no nos aburriríamos ni un minuto conversando con Madre Teresa que algún día fue joven y decidió entonces tomar otro camino, ser diferente.


  O escuchando a Luís Galindo que no para de recorrer España contándonos cómo con ilusión, trabajo y perseverancia logró, contra todo pronóstico,que su hijo enfermo estudiara una carrera universitaria.


www.youtube.com/watch?v=Ke-Tyv1Jk2M


Hay y ha habido muchas, muchas personas cuya ilusión no es ser como todos. A ellos no les importa desentonar, y ellos son quienes mueven el mundo y nos hacen sentirnos vivos.
Ellos nos dirían:"Saca los pies del tiesto que no pasa ná"